Todas las proyecciones indican que el salmón chileno seguirá brillando en el 2023 y en el 2024, con precios altos, en un mercado donde la oferta continuará baja y la demanda muy elevada. Durante el 2022, de hecho, las empresas productoras registraron ganancias importantes pese a la crisis, y en general, sostuvieron finanzas sanas, mostrando una resiliencia a toda prueba.
Para el analista de DNB Bank, Dag Sletmo, los precios siguen siendo sólidos. La razón principal es la escasez de oferta. El crecimiento de 2023 será del 1% según Kontali y del 5% en 2024. La regla general “es que la demanda subyacente crece un 5% o más por año, por lo que debería ser un buen augurio para los precios. La alta inflación y los tiempos inciertos son una preocupación en relación con la demanda, pero hasta ahora, el salmón parece sólido en este contexto”.
“La oferta probablemente no crecerá este año, será cercana a cero. La mejor suposición para la demanda sería del 5% a nivel mundial. Y eso también se aplicaría al salmón chileno. Algunos clientes tienen preferencias por el salmón de países específicos, pero muchos no, lo que significa que la industria enfrenta esencialmente el mismo crecimiento de la demanda independientemente de la nacionalidad”, detalló el experto de DNB Bank.
Mientras que el analista de Rabobank, Gorjan Nikolik, dejó en claro que 2022 fue un gran año para la salmonicultura chilena. Y lo que va de 2023 tiene condiciones similares, con precios que se han mantenido altos y los costos se encuentran bajo control. “En ausencia de cualquier evento climático o biológico negativo, parece que 2023 será otro año excelente. A pesar de los vientos en contra, la demanda sigue siendo fuerte”.